Según el parte emitido este martes por el ente castrense en su página oficial de Telegram, 40 vehículos aéreos no tripulados fueron abatidos sobre Kursk; 12, en Oriol; 11, en Riazán; ocho, en Nizhni Nóvgorod; siete, sobre el mar Negro; seis, en Crimea; dos, en Moscú; uno, en Kaluga; otro en Bélgorod y uno más en Briansk.
Por su parte, el gobernador de la provincia de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, comunicó que dos civiles murieron y tres más resultaron heridos por un ataque deliberado de un dron ucraniano contra un automóvil que viajaba con cinco hombres en un tramo de la carretera Graivoron-Ilyok-Penkovka.
“Muy a pesar nuestro, dos personas murieron en el lugar antes de que llegaran los médicos, y tres heridos, con traumatismos craneoencefálicos cerrados y lesiones de metralla, fueron trasladados al hospital Nro. 2 de la ciudad de Bélgorod” publicó Gladkov.
La provincia de Bélgorod, cuya frontera con Ucrania se extiende unos 350 kilómetros, es blanco de constantes ataques transfronterizos desde que Rusia lanzó en febrero de 2022 una operación militar especial en el este de Ucrania.
Otros territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
Igualmente, y sobre todo en los últimos dos meses, los militares ucranianos intensificaron sus ataques contra asentamientos poblacionales y vehículos civiles en movimiento.
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