En un comunicado, la organización no gubernamental (ONG) calificó esa medida como “una herramienta de matanza y desplazamiento forzado”.
La negativa a permitir el ingreso de diésel representa una muerte segura para la mayoría de los pacientes y refleja una política sistemática dirigida deliberadamente a destruir el sistema de salud, recalcó.
“Hemos observado una rápida propagación de algunas enfermedades infecciosas, incluida la meningitis, como resultado del colapso del sector salud y la incapacidad de tratar las aguas residuales”, alertó.
El Monitor denunció que a diario las Fuerzas Armadas de ese país (FDI) causan la muerte de un gran número de civiles en el enclave costero como resultado de sus políticas de bloqueo y privación.
Muchos de los fallecidos no son registrados oficialmente como víctimas de guerra porque no murieron en ataques militares, alertó.
La ONG llamó a Naciones Unidas y a las organizaciones internacionales de ayuda a adoptar medidas colectivas e inmediatas “para poner fin a los crímenes israelíes”.
Subrayó que todos los Estados deben asumir sus responsabilidades legales para detener las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que las FDI cometen en ese territorio.
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