Durante la apertura de los debates de la 17 Cumbre de Negocios Estados Unidos-África, que se efectúa en Luanda del 22 al 25 de junio, el mandatario insistió en que, más que capital, el continente necesita socios que promuevan la transferencia de conocimiento y contribuyan a la generación de empleos cualificados.

En presencia de jefes de Estado y de Gobierno, políticos, diplomáticos, inversores, banqueros, comerciantes y emprendedores, Lourenço insistió en que el foro debe ser un espacio para construir un paradigma económico basado en la asociación estratégica con ventajas recíprocas.

“Nos gustaría que la inversión privada directa estadounidense en nuestro continente no se limitara únicamente a la extracción de recursos minerales convencionales y raros y al sector energético del petróleo y el gas, sino que también se interesara por otros tipos de industrias”, dijo el presidente.

Al respecto mencionó la industria manufacturera, la siderurgia, la producción de cemento, la agricultura, la construcción naval, la automoción y el turismo.

Remarcó que “es hora de sustituir la lógica de la ayuda por la lógica de la ambición y la inversión privada. Es hora de ver a África como un socio confiable, con mucho que ofrecer, pero carente de capital financiero y conocimientos técnicos, interesado en crear sinergias para el beneficio mutuo”.

Lourenço señaló que el continente africano se posiciona como uno de los grandes motores del crecimiento global, con una población joven, innovadora y activa, abundantes recursos naturales y una creciente integración de sus mercados.

Al respecto, llamó intensificar y acelerar los procesos de integración económica continental y a propiciar corredores logísticos más funcionales y normas comunes que faciliten la movilidad de capitales, bienes y personas.

Mencionó el fortalecimiento de la Zona de Libre Comercio Continental Africana como una prioridad estratégica y la existencia de iniciativas como el Corredor de Lobito, que unirá por ferrocarril el puerto de Lobito en el Atlántico con el puerto de Dar-es-Salaam en el Índico.

Comentó que el continente ha luchado por obtener condiciones de financiación y crédito más justas y favorables para la inversión pública necesaria en infraestructura vial, ferroviaria, portuaria, energética e hídrica, y en tecnologías de la información y las comunicaciones.

De ahí la importancia que le conceden a la capacidad de inversión estadounidense para crear soluciones escalables.

“Para los empresarios estadounidenses, África está preparada, nuestros gobiernos están dispuestos a ser facilitadores y nuestro sector privado está disponible para construir alianzas que generen beneficios, pero también prosperidad compartida”, aseguró.

Más de dos mil participantes se reúnen en la Cumbre de Negocios bajo el lema Caminos hacia la prosperidad.

La delegación estadounidense al evento está integrada por el oficial superior de la Oficina de África del Departamento de Estado, Trot Fitrel; el asesor principal para África, Massad Boulos; el director de la Agencia de Comercio y Desarrollo, Thomas Hardy, y la directora ejecutiva del Consejo Corporativo para África, Florizelle Liser.

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