La PF concluyó y remitió el caso al Supremo Tribunal Federal (STF).
Además de Bolsonaro, también participaron uno de sus hijos, el concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, y el diputado federal Alexandre Ramagem, exdirector de la ABIN durante el Gobierno anterior.
Las indagaciones revelaron que la denominada ABIN paralela fue un esquema de espionaje ilegal contra autoridades y otras personas durante el mandato de Bolsonaro (2019-2022).
Algunos de los objetivos eran considerados adversarios del exmandatario.
Jueces del Supremo, como Alexandre de Moraes y Gilmar Mendes, el expresidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia y el exministro de Educación Camilo Santana, entonces gobernador del estado de Ceará, fueron presuntamente espiados. La lista también incluye a periodistas.
Tal monitoreo se realizó presuntamente mediante herramientas de geolocalización en dispositivos móviles, como celulares y computadoras, sin autorización judicial.
El software utilizado fue FirstMile, adquirido y administrado durante la gestión de Ramagem en la ABIN.
Durante su mando, la agencia también fue presuntamente utilizada para elaborar informes para la defensa del senador Flávio Bolsonaro, otro hijo del exgobernante, en el caso de los presuntos sobornos en su despacho, cuando era diputado estadual por Río.
En octubre de 2023, la PF lanzó la operación Última Milla. Ese nombre hace referencia al software FirstMile.
Según la investigación, la ABIN utilizó el programa 60 mil veces entre 2019 y 2023, con un pico de acceso en 2020, año de las elecciones municipales.
En enero de 2025, la PF registró e hizo decomisos en domicilios vinculados a Carlos Bolsonaro, con la finalidad de descubrir detalles de las actividades del grupo.
Hasta ese momento, los agentes habían identificado a cuatro grupos responsables de las actividades irregulares.
Además del hijo de Bolsonaro, la cruzada de enero se centró en una asesora del concejal, Luciana Almeida, y otra de Ramagem, Priscilla Pereira e Silva.
Las dos empleadas actuaron como intermediarias en el intercambio de información de interés para la familia Bolsonaro, según la investigación.
Una prueba es el intercambio de mensajes encontrado por la policía en el que Almeida solicita a Ramagem que destape investigaciones confidenciales en las que presuntamente estuvieron involucrados miembros de la familia Bolsonaro.
Ramagem también habría, a pedido de Carlos, mapeado las pesquisas electorales en curso en la PF de Río contra posibles rivales políticos del regidor en la ciudad.
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