En la conversación el mandatario se refirió al hecho de mantener la independencia y la soberanía sobre su territorio, a pesar de dos invasiones externas y de un conflicto interno que duró 27 años.
Remarcó que los hijos del país también lograron poner fin a la guerra y están enfrascados en construir la paz y la reconciliación entre los angoleños, algo permanente, que se hace día a día y para siempre.
“Gracias a este contexto, llamémoslo ‘político’, hemos logrado reconstruir nuestro país, reconstruir las principales infraestructuras, mejorar nuestra economía, diversificarla y volvernos cada vez menos dependientes del petróleo”, sostuvo Lourenço.
Detalló que este año el país avanza con una tasa de crecimiento del 3,5 por ciento anual y, si se considera la economía no petrolera, la tasa de crecimiento es superior al 4,5 por ciento, con una inflación del 22 por ciento, que intentan reducir.
Otros datos que consideró importantes fueron la disminución del desempleo y de la relación deuda/producto interno bruno, que antes estaba por encima del 100 por ciento y actualmente está en un 63, todavía bastante elevado.
“El trabajo no ha terminado”, dijo y agregó que existen grandes desafíos en la construcción de más infraestructuras, escuelas, hospitales, carreteras, ferrocarriles; brindar más y mejor atención médica y educación a la población, así como alimentos y otros productos básicos.
“Todo esto es un trabajo continuo, no solo por parte del Gobierno, sino también de la sociedad angoleña”, subrayó el mandatario y añadió que el crecimiento de la población es alto, lo que significa que será difícil avanzar al ritmo de la demanda.
Ante la TPA Lourenço hizo alusión a las inconformidades con las celebraciones por el medio siglo de independencia y la entrega de la medalla conmemorativa creada al efecto, que la oposición ha criticado por dejar fuera del reconocimiento a los líderes de la Unita, Jonas Savimbi, y del FNLA, Holden Roberto.
“Contamos con un comité organizador que ha elaborado un programa de celebraciones que no excluye a nadie. En principio, todos están invitados, no sólo como espectadores, sino como participantes en esta celebración, tal como participaron en la historia”, comentó.
Si alguien quiere excluirse, no puede señalar y decir que se olvidaron, acotó, y precisó que desde el comienzo se honraron a ciudadanos de diversos sectores de la sociedad, de diferentes clases sociales, de prácticamente todas las profesiones, creencias religiosas y fuerzas políticas.
“No discriminamos a nadie. Lo importante para nosotros es ser angoleños y haber contribuido de alguna manera a la construcción de este edificio llamado Angola Independiente, que nació en noviembre de 1975”, remarcó.
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