Por Jorge Petinaud Martínez
Corresponsal jefe en Bolivia
Con un gol tempranero a los cinco minutos tras buen desborde por derecha de Diego Medina, Terceros demostró que es el hombre bujía de la Verde, e igualó a seis goles como máximo anotador en esta competición con el argentino Lionel Messi.
El volante del América MG brasileño demostró el aplomo que le caracteriza para controlar el balón en el área chica, evadir a dos defensas y rematar elevado para marcar la diferencia que permitió encarrilar el encuentro.
Esa ventaja facilitó al once boliviano administrar el ritmo del partido con más cuidado en la retaguardia porque a los 18 minutos ocurrió la expulsión de Lucas Chávez por una pierna peligrosamente elevada, acontecimiento que condicionó al cuadro local frente a los visitantes favorecidos por la superioridad numérica.
Los pupilos de Óscar Villega, en esas circunstancias, reincidieron en una deficiencia observada en choques anteriores de este torneo clasificatorio cuando ralentizaron su accionar pese a la ventaja de la altura y cedieron espacios a la Roja.
Sin embargo, pese a disponer de un hombre más en el campo de batalla, los chilenos se animaron poco al ataque, salvo el siempre temible veterano Alexis Sánchez, quien llegó a la portería defendida por Carlos Lampe en dos ocasiones.
El segundo tiempo trajo tranquilidad al once altiplánico por la expulsión a los nueve minutos del defensa chileno Francisco Sierralta por una falta grave sobre Carmelo Algañaraz.
Igualados con 10 jugadores en el terreno ubicado a cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar, los bolivianos retomaron la iniciativa en el duelo con un mayor control del balón, aunque les faltó profundidad para definir frente al arco defendido por Brayan Josué Cortés.
Es cierto que en esa segunda parte los integrantes de la escuadra roja recurrieron al juego violento para frenar a los rivales, sobre todo al desestabilizador volante Terceros.
Sin embargo, la insistencia boliviana dio frutos ya en tiempo adicional a los 90+1 minutos, cuando Enzo Monteiro aprovechó un rebote del arquero Cortés y anidó la esférica, con lo cual quedó sellada la victoria.
De esta forma, Bolivia con 17 puntos se coloca a uno de su principal rival, Venezuela, en la ilusión de clasificar en séptimo lugar y ganar el derecho a un repechaje en el que debe luchar por retornar a un Mundial, torneo en el cual debutó y se despidió hasta hoy en 1994, en Estados Unidos.
Así las cosas, miles de miradas desde el país andino amazónico observan el choque que la Vino Tinto pierde en el segundo tiempo del enfrentamiento a Uruguay, en Montevideo, por 2-0.
Después de esta jornada 16 de las eliminatorias y con seis puntos por definir, los bolivianos vislumbran la remota esperanza de que, el 4 de septiembre próximo, sean capaces de imponerse al difícil once de Colombia en Barranquilla.
Cinco días después, en El Alto, tendrán enfrente al todavía más poderoso y pentacampeón planetario (1958,1962,1970,1994 y 2002) Brasil, ahora entrenado por uno de los mejores preparadores del planeta, Carletto Ancelotti.
No obstante, por lo pronto, a la salida de Villa Ingenio, un aficionado sintetizó en una expresión el significado para los bolivianos del triunfo de este 10 de junio.
«Nos quitaron el mar, pero les quitamos el Mundial-2026», y se sumó a quienes coreaban: ¡Miguelito Terceros!.
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