El hallazgo fue confirmado por el presidente de la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), general Ramiro Muñoz.
En declaraciones a la prensa, Muñoz afirmó que esta intervención es resultado de una serie de operaciones, las cuales incluyeron el desalojo previo de los presos, así como la demolición de estructuras improvisadas dentro del recinto.
Durante labores de limpieza y remoción de escombros en la cocina del módulo de sentenciados de Támara, las autoridades localizaron un escondite con armas de grueso calibre, fardos de marihuana y cocaína, equipos de comunicación de alta tecnología y uniformes tácticos.
De acuerdo con la institución castrense, el arsenal incluía fusiles de guerra, granadas, armas cortas y más de mil cartuchos de diversos calibres.
Además, se encontraron chalecos y placas antibalas, pasamontañas, antenas Starlink, routers, cámaras de seguridad, transmisores WiFi, 19 libretas contables y una suma de dinero en efectivo estimada en 400 mil lempiras (unos 15 mil 384 dólares).
Por instrucciones del Gobierno de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, en 2023 las FFAA, a través de la Policía Militar de Orden Público, asumieron el control de todas las prisiones de la nación centroamericana, con el objetivo de erradicar acciones delictivas organizadas dentro de esos recintos.
En apoyo al INP, hasta la fecha trabajaron de manera continua en la lucha frontal contra el crimen organizado y en la recuperación del control de los centros correccionales.
A principios de semana, las autoridades penitenciarias descubrieron en la propia cárcel módulos de lujo, que eran vendidos a privados de libertad hasta por 300 mil lempiras (unos 11 mil 500 dólares).
Imágenes difundidas por canales de televisión mostraron las llamadas celdas VIP que, entre otras comodidades, estaban provistas de aire acondicionado, camas confortables, modernos televisores, refrigeradores y fastuosos baños.
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