La organización Ir Amim reveló que en el pasado mes se registró en lo que va de año la mayor cantidad de estructuras palestinas demolidas en esa zona de la llamada ciudad santa.

En un comunicado, el grupo señaló que en ese mes las autoridades israelíes derribaron 33 edificios, incluidas 16 unidades residenciales y otras 17 estructuras.

La cifra elevó el número total de demoliciones en Jerusalén Este desde principios de año a 93, subrayó.

El gobierno de Israel es acusado por emitir apenas unos pocos permisos de construcción a los palestinos en la zona, mientras otorga luz verde a casi todos los proyectos judíos como parte de su política expansionista.

Por su parte, el director de investigación del Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem), Karim Jubran, alertó sobre el aumento de los ataques de colonos judíos a la población árabe en la Ribera Occidental.

La situación allí se está deteriorando día tras día, en un claro ataque a la presencia del pueblo palestino en el territorio, afirmó en una entrevista con la radioemisora Radio Voz de Palestina.

Tal estrategia se enmarca en la política de apartheid, practicada por las autoridades israelíes, señaló el directivo de B’Tselem.

Jubran consideró que ese país pretende, a través de la escalada de medidas y ataques de los colonos, ejecutar una limpieza étnica en Cisjordania y desplazar a los ciudadanos de sus tierras.

A finales del pasado mes, Palestina condenó la ampliación de las colonias israelíes en ese territorio y reclamó al mundo detener las campañas militares de ese país.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados afirmó en un comunicado que la expansión de los asentamientos y las incursiones israelíes en la Ribera Occidental requieren una acción inmediata de la comunidad internacional.

El texto afirmó que las operaciones castrenses, así como los asesinatos, invasión de propiedades, arrestos masivos y la construcción de 22 nuevas colonias judías buscan destruir la solución de dos Estados y representan un flagrante desprecio a las resoluciones sobre el tema del Consejo de Seguridad de la ONU.

Según datos oficiales, más de 750 mil colonos judíos viven en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, pese a los reclamos del mundo, que considera a ese territorio como parte del futuro Estado palestino.

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