Según el parte de la cartera militar publicado en su página oficial de Telegram, la defensa antiaérea abatió tres vehículos no tripulados de ataque ucranianos, en la península de Crimea; dos, en la provincia de Kursk; otros dos, en la de Bélgorod; y uno, sobre el mar de Azov.
El ente castrense refirió igualmente que este fue el ataque menos intenso de los militares ucranianos en las últimas tres semanas, y que por suerte no se reportaron víctimas entre la población civil, aunque sí daños materiales por la caída de fragmentos e incendios en dos localidades de Kursk.
Los territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
E incluso, más recientemente, realizaron ataques contra aeródromos e instalaciones militares y energéticas de regiones rusas muy alejadas de la frontera con Ucrania como las de Múrmansk, Irkutsk, Ivánovo, Riazán y Amur.
Igualmente, y sobre todo en los últimos meses, los militares ucranianos intensificaron sus ataques contra asentamientos poblacionales y vehículos civiles en movimiento.
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