La iniciativa tiene como objetivo mejorar el estado de ánimo y apoyar los procesos de recuperación de los pacientes en estado grave, dijo la encargada del proyecto, la enfermera María Angélica Berasain.
Este tipo de acompañamiento durará entre 30 minutos y una hora y estará sometido a estrictos controles de higiene, comportamiento animal, documentación veterinaria y la supervisión directa de un equipo.
Al poner en contacto al paciente con su mascota se busca aliviar condiciones como la ansiedad o la angustia, frecuentes en estadías prolongadas en la UPC, dijo Berasain.
Por su parte, el médico intensivista Carlos Romero señaló los beneficios de esa interacción para lograr estados mentales más positivos en los enfermos.
Este tipo de acompañamiento permite liberar las endorfinas, disminuir el cortisol y reducir la ansiedad, el estrés y la sensación de soledad, afirmó.
Romero dijo que la implementación de este proceso surgió de la búsqueda permanente de brindar un cuidado más humanizado a los pacientes.
rc/car/eam