El primer presidente de Surinam de origen hindú en décadas, representó un cambio generacional en la política local y desarrolló desde 2020 programas para estabilizar la economía que lo llevó a buscar acuerdos con el Fondo Monetario Internacional.
Heredó una grave recesión, alta inflación, deuda pública y enfrentó protestas sociales por llevar a cabo medidas de austeridad y críticas de diversos sectores y comunidades que le achacan una presunta lentitud en acciones anticorrupción.
En política exterior, Santokhi privilegió acercamiento a la India y a organizaciones regionales como la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Con 66 años de edad, abogado especializado en investigaciones criminales en academias de Estados Unidos, fue Comisionado de Policía antes de entrar en política.
Se unió al VHP, tradicional representante de la comunidad indo-surinamesa, y luego de la muerte del líder histórico del partido, Jaggernath Lachmon, emergió como figura clave.
En las elecciones de 2020 encabezó una coalición con otros partidos y ganó, sucediendo a Dési Bouterse.
Su posible reelección en los comicios del 25 de mayo depende de varios factores, entre ellos la actual situación con una alta inflación, incrementada deuda pública y la compleja situación derivada de los ajustes exigidos por el FMI con significativo descontento social.
Santokhi tiene posibilidades de reelección, pero no está garantizada. Su destino político dependerá de la estabilidad de su coalición, la percepción del manejo económico antes de las elecciones, y la capacidad de la oposición para unirse en torno a un candidato fuerte.
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