La medida busca otorgarle margen para evaluar el desempeño de cada departamento y determinar quiénes continuarán en sus cargos, en línea con las prioridades reajustadas de su administración.
Con tres años restantes en su presidencia, Marcos afirmó que «es hora de realinear el gobierno con las expectativas del pueblo».
En su reciente podcast, el mandatario admitió haber sido «demasiado amable» con los funcionarios que trabajan bajo su mando, lo que causó que apenas cumplieran con sus objetivos.
«Esto no se trata de personalidades, sino de rendimiento, alineación y urgencia. Aquellos que han cumplido y siguen cumpliendo serán reconocidos, pero no podemos permitirnos la complacencia», declaró en filipino e inglés.
A su vez, añadió que escucharán y actuarán en consecuencia con las solicitudes del pueblo para responder a sus expectativas.
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